Julia Toro

Imágenes
1997
Grabado. Serigrafías sobre papel, montadas en PVC
77 x 55 cm

La obra fue cedida en comodato por la artista en el contexto de la exposición Imágenes, realizada en Galería Gabriela Mistral desde el 27 de mayo al 24 de junio de 1997. Ingresó al Estado en marzo de 1997.

La fotografía captura un instante irrepetible que se puede reproducir infinitamente. Hay un mirar fotográfico que es anterior al acto mecánico de disparar. En esta mirada fotográfica
se puede reconocer un estilo en la medida en que las fotografías se reproducen como la huella o la memoria de la mirada que captura. Me gusta mucho el retrato. Cuando trabajo con un modelo quiero llevar la pose al paroxismo. La mayoría de las personas no saben posar o se ponen una máscara frente a la cámara al tratar de parecer espontáneas. Dirigir o crear una situación dramática, he ahí una virtud del fotógrafo. Que las modelos se vistan y desvistan, que se entreguen sin pudor a sus fantasías, que me den la cara que ponen frente al espejo cuando están solas, o antes de salir a una fiesta. Las fotografías que he tomado están en mi archivo fotográfico, son la memoria de lo vivido además de un testimonio de época, pero no sirven para recordar a la persona amada: ¿quién se quiere acordar de una foto? Las fotos siempre terminan por reemplazar el recuerdo. Hay personas que quiero recordar móviles, hacer el esfuerzo de enfocar en la memoria sin la inmovilidad de una fotografía.

JULIA TORO