Sobre la obra
[…] Desde hace algunos años, y producto de mis viajes a Nueva York, nos hemos ido acercando y he tenido la suerte de poder ser testigo de la evolución que ha ido experimentando su obra, y sobre todo los diferentes momentos de sensibilidad por los que ella ha ido atravesando en busca de trasmitir en sus piezas esa dignidad con la que todo ser vivo debiese habitar este mundo. La postura artística de Johanna es la generosidad, una suerte de devoción a su práctica. Los objetos por los que ha sido más conocida, aquellos de fieltro, han sido hechos a mano por ella, uno a uno, con absoluta dedicación y entrega al tiempo que estos requieren, al material, a las costuras del fieltro, al corte de cada una de las piezas, sus engranajes y movimientos. Todas sus instalaciones están cargadas de la energía de lo hecho a mano, como si el calor del cuerpo y la atención de la mirada quedaran impregnados en la materia y con ello llenaran el espacio expositivo.
Aunque sus videos son quizá menos conocidos, la mayoría de estos han sido hechos en distintas zonas de la ciudad de Nueva York y otros en lugares a los que ha tenido la oportunidad de viajar ya sea por una residencia o exposición. Tienen una estética extremadamente sencilla, en algunos ella aparece performando una máscara, o un traje como en Tools (2013), o en otros la cámara simplemente recorre un espacio u observa un fenómeno durante largos minutos, como en Fósforo (2011) o Natural Movements (2010). Menciono esto porque pienso que los videos de Johanna delatan un vínculo afectivo así como también una actitud práctica, una combinación de rasgos de su propia personalidad, que la han llevado a trabajar desde un contexto familiar, haciendo colaboraciones con su pareja o con su hijo, que aparece en videos como Autorretrato (2004).
Carolina Castro