Procedencia
La obra fue cedida en comodato por la artista en el contexto de la exposición Historias Breves, realizada en Galería Gabriela Mistral desde el 7 de noviembre al 8 de diciembre del 2007. Ingresó al Estado en diciembre del 2007.
Sobre la obra
Algo que interesa profundamente en el trabajo de Ingrid Wildi es su apego a lo personal, a lo concreto y real, a lo corporal (y la lengua está incluida en lo corporal). Los grandes temas que se enuncian en el párrafo anterior aparecen en las historias, en la oralidad de las personas que son filmadas. Y estas no se buscan ni por ser “estrellas” ni por ser “expertos”, sino por estar cerca: la abuela, el tío, las primas, el pariente anestesista, la pariente interesada en temas esotéricos. Como si en la trama familiar inmediata fuera donde hubiera que buscar las claves de una microhistoria, y esta a su vez diera luces sobre la otra historia más grande. El procedimiento de Ingrid Wildi no da lugar a los discursos preestablecidos. El titubeo es la regla, la yuxtaposición de episodios hace tambalear a unos y otros, la zona peligrosa, fronteriza, entre un mundo y otro es el hábitat propio de su relato, que se construye, en el video, sobre la base de los relatos de otros.
Otro ejemplo notable en su obra es Portrait oblique: el “retrato oblicuo” del desarraigo se hace mediante los relatos orales de su propio hermano, víctima de una depresión, de una falla en la propia capacidad de contarse su historia. Insisto: interesa profundamente que la artista trabaje estas proximidades y se las arregle para establecer, de una o de otra manera, una distancia. Son historias personales, pero no se trata sólo de ellas, las obras no se quedan en ellas. Apuntan siempre, desde lo más particular, a experiencias de muchos, como la migración y el exilio. Antes circunscritas a pueblos determinados, estas experiencias se generalizan en “nuestra era de vastas transferencias de población, de refugiados, exiliados, expatriados e inmigrantes”, y de la conciencia “diaspórica, errante, irresuelta y cosmopolita de alguien que está a la vez dentro y fuera de su propia comunidad” (Said), una frase que podría haberse escrito para la obra de Ingrid Wildi. […] La artista ve “una conexión entre realidades alternativas, relatos fragmentados, la locura, y la condición del emigrante” (entrevista, 2003), lo que se hace evidente en todas sus obras, pero particularmente en Los invisibles y en Portrait oblique.
Adriana Valdés