Tres Columnas

El proyecto Tres columnas de Ángela Ramírez se origina en las ideas de contenedor / contenido, las relaciones entre espacios físicos a partir de elementos arquitectónicos, sumadas a una mirada reflexiva que la artista viene desplegando desde hace ya un par de años frente al sistema galerístico nacional y la circulación de obras y artistas. Para explicar su intervención en Galería Gabriela Mistral, la artista señala: “Al entrar en una galería se ocultan a nuestra mirada sus aspectos tectónicos; siempre nos dirigimos a lo que este espacio contiene. El lugar se convierte en un pasaje entre la puerta de entrada y las obras. Al plantear un proyecto para Galería Gabriela Mistral desde ella, como espacio institucional y espacio físico, me doy cuenta que existen dos galerías en Santiago similares a ella en diversos aspectos, y que pueden desde sí mismas referirse a la Galería Gabriela Mistral; estas son Galería Balmaceda 1215 y Galería del Banco del Estado BECH”. De esta manera, la proximidad entre estos espacios expositivos, tanto física como en lo que respecta a sus política curatoriales (“estas Galerías se relacionan en varios aspectos, no sólo arquitectónicos sino también estéticos y políticos” enfatiza Ramírez), es trabajada materialmente a través de dos estructuras elaboradas en fibra de vidrio, y que constituyen un recorte del fragmento de lo que se ve desde la puerta de entrada hacia el interior en cada una de ellas. En la sala 1 el espectador se encuentra con una maqueta 1:1 del pilar de Galería BECH; en la sala 2, con una maqueta escala 1:1 del pilar de Galería Balmaceda 1215, realizadas en fibra de vidrio traslúcida, proyectando una vista frontal que nos da la sensación, en ambos casos de situarnos frente a la “entrada” de cada uno de estos espacios, los que son contenidos en Galería Gabriela Mistral: “es esta primera mirada de Galería BECH y de Balmaceda 1215, la que volumétricamente se extiende en otro lugar – Galería Gabriela Mistral”, explica Ramírez, “son momentos o fragmentos de otros espacios para el arte los que aparecen sobre la arquitectura de la galería, pero ya no conteniendo sino siendo contenidos”. De acuerdo a lo señalado por Ricardo Loebell en el texto del catálogo, “la obra de Ángela Ramírez emerge en un momento donde la escala de su dimensión define el carácter estético-político del lugar en cuestión. El trabajo puede sugerir una absorción como búsqueda utópica de una instancia de abrigo o disfraz institucional, al maquetear esta operación pensada desde el “inmueble” de las galerías, que la artista sabe definir alegorizando desde su dimensión estética como “tres columnas”. Las salas permiten y redefinen un espacio dialógico haciéndose (de) señas en la Galería Gabriela Mistral”.