El proyecto Terreno Baldío corresponde a la primera exposición individual del joven artista Andrés Durán, y consiste básicamente en la instalación de una caja, una carpa y una proyección de video al interior de la galería, elementos que son caracterizados por el teórico Gonzalo Arqueros, en el texto del catálogo, como “tres motivos ejemplares”, correlato de tres cuestiones esenciales en el arte contemporáneo: circulación, presentación e inscripción, expuestas en la operación realizada por Durán en esta muestra. Según el artista, su proyecto apela a la ocupación del espacio “de una manera superficial, en el sentido de superficie” a partir de una carpa que puede armarse y desarmarse en medio del paisaje “sin modificar ni alterar su entorno”. “Mi interés es utilizar la imagen plana de un paisaje de ciudad, donde aparezca la fachada de una casa, y convertirla en un cuerpo volumétrico, que este cuerpo se pueda trasladar e instalar en cualquier lugar manteniendo la misma autonomía con el entorno que mantiene la lona publicitaria”. Tal como lo indica Gonzalo Arqueros en el texto del catálogo, nos enfrentamos a un “ejercicio objetual e introspectivo” en el que la obra consite en el “distraído desplegarse de las cosas”, el despliegue de tres motivos – caja, carpa, proyección – “como tres signos articulados en una frase, cuidadosamente caligrafiada sobre la suave albura de los suelos y muros de la galería. Signos escritos a la manera del escolar que traza sus primeras letras apoyándose en las líneas paralelas que organizan la plana. A esa plana equivale ahora la arquitectura institucional de la sala, transfigurada en página por obra del ejercicio de composición y escritura que es la instalación.”
Terreno Baldío
Andrés Durán
Diciembre 2002