Carolina Saquel mediante esta video instalación nos presenta una serie de videos, cuyo eje central es un acercamiento a la Historia de la Pintura, invitando al espectador a establecer una reflexión en torno a las ideas de movimiento e inmovilidad, postura y pose, la posición del espectador frente a la imagen, así como también a la percepción del tiempo en la transformación de la naturaleza. Esta exposición también fue una investigación acerca de los compartimentos estancos asignados al ‘video arte’ y al ‘cine de exposición’, con sus límites cada vez más difusos, siendo sus cruces más crecientes y evidentes. Es así, como vemos en la Sala 1 la instalación del video Pentimenti (16 mm. traspasado a DVD, color, sonido stereo, 8’, 2004), un caballo que se mueve incesantemente entre el cuadro de la imagen y sus bordes, al mismo tiempo que una voz femenina repite un texto sobre el comportamiento en la mesa, la relación con el cuerpo y la disciplina, de una manera poética. El texto se conecta con la imagen de maneras indirectas, proponiendo al espectador un espacio propio en el cual él mismo puede encontrarse, ocupar un lugar. Haciendo una relación entre su propio trabajo y el de Miró, Saquel retoma el interés del pintor sobre lo móvil y lo inmóvil, el pasaje de un estado al otro para preguntarse cómo encontrar el movimiento en lo inmóvil, así cómo encontrar el punto de fijeza en lo que es naturalmente móvil. Dos de los videos son imágenes de un muro cubierto por la hiedra desde dos puntos de vista diferentes. En una proyección las hojas verdes de la hiedra se confunden con la de los árboles ubicados próximamente a ésta. Verde sobre verde, el muro es al mismo tiempo superficie y volumen, es una suerte de camuflaje, confusión de texturas, materia, los movimientos de las hojas, así como también la representación del cambio de la naturaleza. El 3er video Dialogue d’insectes se presenta como una naturaleza muerta, en el cual vemos unos focos casi enteramente cubiertos por hojas y en donde distinguimos algunos insectos que aparecen y desaparecen de la imagen en relación a una composición sonora que interpela a un diálogo ficticio de insectos. La artista concibe el sonido como un ‘soplo’ que sobrevuela el espacio. Compuesto de ruidos, ambientes, de viento, la banda sonora que a ratos nos conduce hacia una dimensión que no es visible en la imagen, tiene como sentido final armar un conjunto que unifique las imágenes en un universo poético y orgánico.