FOB

Patrick Hamilton, Francisco Ramírez, Cristian Silva Avaria
Noviembre 1998

Con una propuesta de obra a partir de los límites que roden a los espacios arquitectónicos, que puede considerarse “arte ambiente”, intervinieron la Galería Gabriela Mistral los artistas visuales Francisco Ramírez, Patrick Hamilton y Cristián Silva Avaria, en noviembre de 1998 en Galería Gabriela Mistral. La muestra, denominada “FOB”, que apeló más a una reflexión en torno a la forma del objeto artístico del arte contemporáneo, contempló los trabajos “en vivo” que exhibieron los artistas en la Galería y un catálogo trabajado como un espacio más, en un dialogo estrecho con la muestra misma. La propuesta de Cristián Silva Avaria contempló una proyección de la planta arquitectónica de la galería sobre la base de pintura mural. Tomó la figura del piso de la sala grande de la Galería y la desplazó o proyectó hacia el muro, produciendo un desdoble. Fue la transformación del espacio común en otro distinto. Utilizó los mismos colores de la galería, el gris del piso y el blanco del muro. Cristián pone en crisis obras y desplazamientos. “Hay un cruce entre pintura y arquitectura, a la vez que pasa por el lado del arte ambiente para ver la cuestión del objeto. O sea, el espacio puede también ser considerado como objeto y es la pintura la que se desplaza hacia el espacio y que la vez desplaza el espacio”, señaló. La obra de Patrick Hamilton tuvo que ver con la decoración, que es un tema que viene desarrollando desde hace varios años. Su trabajo contempló la pintura de dos muros: uno con pigmento azul y otro con amarillo rey. Sobre estos colocó objetos o herramientas (planas) que utilizó en forma modular, creando una figura abstracta. Las herramientas, a su vez, son intervenidas con papel mural decorativo, lo que las transforma en un elemento decorativo. “Mi trabajo tiene que ver con una reflexión un tanto paródica frente al objeto estético. Hay un cierto humor, una cierta parodia”. En tanto que Francisco Ramírez realizó en esta ocasión una especie de cuerda floja, realizada con 90 litros de barniz marino secado al Sol en forma de línea. Se trató de un derrame de pintura sólida que va colgada de muro a otro. Era una obra que era entre objeto y pintura, que significa mantenerse al borde de los géneros, dice Ramírez. DIALOGO ENTRE ARTISTAS “El dialogo que se produce entre las obras de estos tres artistas, es parecido al de una partitura musical en una obra de cámara interpretada en un soporte arquitectónico, como es la Galería Gabriela Mistral, que se adapta a los “tiempos” de las tres propuestas visuales. Algo de esto yo lo había visto en el Salón de alumnos de la Universidad de Chile de 1997 y por eso me interesó la opción de desarrollar este proyecto “FOB”, directa alusión al “Free on Board”, denota plena libertad de creación en un espacio y circuito de arte, que es de traspasos sin fronteras entre obras, técnicas e investigación visual”, señaló la entonces Directora de la Galería y Jefa del Departamento de Programas Culturales, Luisa Ulibarri. A la muestra en la Galería, los artistas agregaron un catálogo habitual en el proyecto de este espacio, pero que ellos consideran como una propuesta más, por cuanto contiene registros de trabajos producidos especialmente para él, además de obras anteriores. “De tal manera que el trabajo que se presenta en la Galería en vivo, es uno de los 10 ó 12 que cada uno de nosotros presenta, provocando un diálogo estrecho entre el catálogo y la muestra en vivo”, señalaron los artistas. Cristián creó una galería en miniatura, tipo “Barbie” y realizó trabajos de intervención en ella. En el caso de Hamilton, hizo trabajos objetuales que ubicó en ciertos lugares de su casa, que fueron producidos y maquillados para luego tomar registros de ellos. Según el especialista Guillermo Machuca, “Las obras de Hamilton, Ramírez y Silva ostentan un rigor, una limpieza plástica inconfundible con toda la intención tanto hedonista como posesiva. Impiden, por lo mismo una comunicación de carácter funcional; se ubican así a distancia de los contenidos agresivos de determinada concepción del arte, evitando de paso el peligro de la complacencia. Son obras que se ubican en relación con la historia del arte, en la tradición formalista iniciada en el arte antiguo y prolongada al interior de ciertas vanguardias durante la primera mitad del siglo XX. Sus ecos más recientes culminan con el denominado “arte ambiente” o con el género de la instalación”. A su juicio el proyecto de estos artistas supone una nivelación de los géneros de la pintura, la escultura, la instalación y, ligado a este último, el arte denominado de ambiente. “Todas estas formas artísticas plantean cada uno de los trabajos, una reflexión estética que gira en torno a las relaciones entre imágenes y su dependencia con la matriz arquitectónica”