itulada Esta tierra es tal que para vivir en ella y perpetuarse no hay mejor -frase tomada de un extracto de la carta enviada por Pedro de Valdivia para informar al Rey de España de la situación local-, la muestra está compuesta por un conjunto de obras que, según el artista, buscan “instalar en paisajes determinados realidades territoriales silenciosas, olvidadas, escondidas”, e “invocar unas presencias discretas al hacerlas visibles en el territorio por medio de operaciones e intervenciones artísticas”.
La obra de González Pesce suele tener un carácter que oscila entre lo escultórico y lo teatral, lo lúdico y lo perturbador, siempre aferrado al sentido del humor (un humor negro) para abordar temas que nos inquietan a todos. En su muestra del 2012 en el Museo de Artes Visuales (MAVI) –a propósito de haber ganado el Concurso Arte Joven MAVI-Minera Escondida- el artista transformaba el desamor en la perfecta excusa para invocar diversos medios de disrupción a partir de íconos, aproximaciones juguetonas y soluciones formales. A través de varios objetos e instalaciones de aspecto llamativo, aludía al amor (juvenil), el desamor (el despecho) y el sufrimiento.
Pocos años después, Javier González Pesce se fue a estudiar a Suiza. Ahora que regresa para esta individual nos sorprende con un trabajo mucho más maduro. Acaso por el mismo hecho de haber tomado distancia de su país, el artista vuelve y toca temas precisamente relacionados con su territorio y su pasado violento, así como de su historia política reciente, deteniéndose aquí en una problemática subyacente y urgente, como es el rápido y súbito crecimiento de la inmigración.
ALEJANDRA VILLASMIL