Con un nuevo rostro, producto de su reciente remodelación, se inauguró en marzo de 1996 la muestra El alma en un hilo, la galería Gabriela Mistral de la División de Cultura del Ministerio de Educación. La exposición, de los artistas Ignacio Gumucio y Rodrigo Merino, se compuso de 20 cuadros de diversos formatos y técnicas y de 44 fotografías en blanco y negro de gran tamaño, obras que tomaron como referencia a la ciudad y confluyeron a través de dos técnicas distintas en un protagonismo común: la cultura urbana. Ignacio Gumucio exhibió 20 pinturas realizadas en variados materiales; esmaltes sintéticos, látex, barniz de madera, acrílicos, pasta de muro e incluso alfombras, sobre soportes de distintas maderas que el autor encontró en la calle o en demoliciones. Gumucio superpuso la pintura por sobre el soporte, como si se tratara de una diapositiva proyectada sobre un telón; la imagen está por encima de la madera y de los materiales. Cuarteles policiales, oficinas de AFP, la sala de espera de un hospital, pasillos sin sentido que no se llevan a ningún lugar, sitios reconocibles para el habitante de una ciudad son los motivos que el autor plasmó en sus pinturas. LA OTRA MIRADA Las 44 fotografías de Rodrigo Merino que se presentaron en cuatro series de mediano y gran formato poseían una cierta mudez, en las que los acontecimientos nimios, los pequeños cambios de situación, las cosas sin importancia fueron el tema de su obra. Merino detiene el tiempo en el instante, registrándolo y destinándolo a un espectador virtual. El instante es el tiempo muerto, siempre pasado y fugaz. “Las personas que aparecen en mis fotografías son elementos secundarios, sin importancia. Son fotos de ciudad, de paisajes urbanos que forman parte del cuadro, pero desprovistos de relevancia, podría ser cualquier paisaje o cualquier persona”, explicó el artista. Quizás por una gota de ironía crítica o desinterés, lo que Merino mostró en su trabajo son imágenes sin importancia: una escena cotidiana en un barrio de Santiago, una calle del centro, la ribera del Maipo o el aeropuerto. La primera serie de fotografías, que incluía 32 fotos blanco y negro era un seguimiento topográfico de dos cuadras de una calle de Santiago. La segunda serie, compuesta por nueve fotos, era una secuencia temporal de un anciano que transita por calle Baquedano. En la tercera serie era la ribera del río Maipo intervenida por la aparición de personas que se cruzan discontinuamente. Por último, la cuarta serie lo está organizada por distintos dípticos fotográficos. Se trató de tomas que Rodrigo Merino ha realizado a lo largo de cuatro años y que han sido editadas en estos formatos, reconociendo similitudes formales temáticas que pudiera haber entre ellas.
El alma en un hilo
Ignacio Gumucio, Rodrigo Merino
Marzo 1996