Procedencia
La obra fue cedida en comodato por el artista en el contexto de la exposición Exposición de Cuadros, realizada en Galería Gabriela Mistral desde el 5 de diciembre de 1995 al 5 de enero de 1996.
Ingresó al Estado en julio de 1997
Sobre la Obra
A través de los años, Carlos Altamirano ha ido acumulando una obra sin parapetos: sin hogar, sin metafísica, sin estética. Sus pinturas reúnen los decorados más tristes del mundo junto a las combinaciones materiales menos indicadas. Acaso el modelo de su inconsciencia sea el cuarto de los cachureos que en cada casa evoluciona oscuramente con vida propia. Especie de limbo a escala doméstica, ahí sobreviven los objetos de ninguna utilidad con los que aún esperan una oportunidad en la vida terrena. Sólo en un lugar como ése se verifican los encuentros del terciopelo y del plástico, de la cola fría y del alambre, de la lata, del yeso y de la esponja.
El modo como las cosas subsisten en ese espacio de transitorio olvido le proporciona a Altamirano la idea de un método: pintar con el pegamento, pegar con la pintura, construir a presión —por simple aplastamiento— un plano de representaciones.
Roberto Merino (Catálogo Exposición de cuadros Galería Gabriela Mistral Diciembre de 1995)