Procedencia
La obra fue cedida en comodato por la artista en el contexto de la exposición Suspensión Sobre Superficie (colectiva con Lina Sinisterra), realizada en Galería Gabriela Mistral desde el 30 de junio al 23 de agosto de 1998. Ingresó al Estado en diciembre del 2000.
Sobre la obra
La serie fotográfica exhibe un efecto de coincidencia absoluta entre la subjetividad y la superficie que a modo de un gran espejo, opera como su soporte. Sin embargo el efecto de destello refiere como -de soslayo- el trabajo del artificio y del artífice que le ha dado lugar (desde la intimidad secreta del auto diseño) hasta identificarse con lo artificioso. (El travesti que se rearma el rostro frente al espejo). La coincidencia de la subjetividad con la superficie y la disolución de aquella en ésta, produciendo el efecto deseado de desplazamiento desde lo transexual hacia lo transhumano. El rostro opera como una suerte de pretexto visual para la puesta en escena de la sonrisa que se refiere a si misma. La imagen clausirada sobre sí misma (artificio puro) comparece sin soporte, sin fondo sin contexto (sonrisa sin autor ni destinatario, más bien sonrisa del cuerpo glorioso intocable en la superficie de la imagen).
Compareciendo en una lámina sin espesor (y sin la densidad del sentido que resuelve discursivamente a los cuerpos mediante la subordinación de estos a un sistema de de codificación preexistente), el “referente” llega a coincidir con una expresión en la que nadie ni nada se expresa, un “reflejo” de nadie. Es la gloria de un cuerpo que se constituye mas allá del lugar en que han sido culturalmente producidas y rotuladas las identidades.
La instalación de estos cuatro paneles y espejos se refiere precisamente a la persistente inminencia de que aquello que requiere de todo el lugar para llegar a ser. Se trata de administrar los fragmentos (los objetos serigráficos de aluminio y espejos residuales de la memoria) no para articular una totalidad sino para llegar a poder echar de menos la totalidad nunca acontecida, el acontecimiento total, su sentido parce ser dar lugar a la falta para que siga faltando, para no olvidar la falta (el travesti que simula ser mujer y provoca el engaño visual) no se trata de hacer lugar al sentido por-venir ni hacer del espectador un mero agente de decodificación desde los ya consabidos imaginarios “privados” sino de hacer manifiesta la imposibilidad de la manifestación, pues lo que a de poder advenir no puede tener un lugar.
Alicia Lillo