Una muestra que reflexiona sobre el impacto de la violencia doméstica se inaugura en la Galería Gabriela Mistral
El 13 de enero se inaugura en la Galería Gabriela Mistral “Lo que no fue, no será”, de Débora Caro, ideado junto a la curaduría de Catalina Montero. La muestra, que nace de experiencias personales de la artista y de trabajos previos en torno al trauma, invita a reconocerse en los objetos expuestos, a revisitar las nociones de familia y a reflexionar acerca de los roles y las mecánicas internas. “Y quisiera que además vean en el trabajo, en algunos de los objetos, algunas vulnerabilidades propias que cuesta mucho enfrentar y nombrar”, dice la artista.
Débora Caro trabaja su niñez en dos videos, seis autorretratos, una instalación, una serie de cerámicas y un libro de artista que expondrá en la GGM hasta el 21 de marzo. Cada una de las obras rememora y reconstruye su experiencia mientras crecía en la década del 90 en Temuco, San Carlos y Chillán, ciudades donde vivió.
La artista trabaja con una estética infantil y rica en símbolos. “La instalación, que es un comedor, simboliza las dinámicas familiares, con el papá en la cabecera, la mamá a la derecha, luego los hijos… dinámicas marcadas, como que es la mamá o las mujeres quienes van a la cocina a buscar lo que falta”, explica.
Para la directora de la GGM, Florencia Loewenthal, la obra de Débora Caro es “un llamado de atención y una muy interesante invitación a reflexionar, compartir y dialogar sobre las experiencias de violencia y sobre el trauma que conllevan”.
El trabajo de Débora Caro incluye un taller titulado “Dibuja tu casa de la infancia“. Es una actividad de mediación y visita guiada por la artista, dirigida a mujeres y disidencias, para reflexionar y compartir las nociones de hogar y familia y que terminará con una intervención sobre el vidrio principal de la galería, donde cada asistente hará un bosquejo de su casa. ¿Por qué mujeres y disidencias? “Porque la violencia afecta a todos los géneros y todas las identidades, pero en mayor medida y con mayor fuerza a las disidencias y las mujeres”, explica la artista.
La obra de Débora Caro reflexiona acerca de las repercusiones de la violencia y su impacto en el cuerpo. Con los remanentes de experiencias traumáticas intenta interpelar al público para observar con mayor detención el tránsito entre la infancia y la adultez. Además, analiza el machismo rural y su incidencia en prácticas dentro del ambiente familiar que, según la artista, “aún están vigentes en la ruralidad chilena”.
Fotografias: Lucas Nuñez