Compromiso con el arte por medio de su hija más perdida, la pintura, que Pablo Langlois y Natalia Babarovic resuelven mediante una última maniobra de obliteración. Como el arcángel del Giotto que enrolla el telón de fondo del cielo en el Juicio Final – materialismo teológico- mostrando las impregnaciones de su revés. El Giotto y Velásquez mucho más, tarde pintan por delante los reveses de la pintura mostrándonos qué significan los supuestos metafísicos de su profundidad. Aquí, en esta muestra que se edita en las diferencias de lo mismo, también podemos ver que ambos artistas hacen so de aquel golpe de gracia, aunque de manera radicalmente distinta. Pablo Langlois al final invierte la tela para que la pintura manifieste ampliamente sus hedores. Natalia Babarovic da vuelta el cuadro, descolgándolo de su registro bidimensional y haciéndolo descender ciego en el infierno de los cuerpos graves.”
