TECNOPINTURA E INFORMÁTICA TRAEN A 12 PINTORES ARTISTAS ROMANOS – Esta es la primera muestra que trae a Chile a doce jóvenes artistas nacidos en Roma a partir de los años 70, reclutados bajo el ojo clínico del curador chileno Antonio Arévalo. Todos, en sus diferentes estilos y lenguajes, dan cuenta de una tendencia coherente con la nueva realidad que la revolución informática está entregando, sin dejar de lado la tradición y la herencia del pasado. La exposición es organizada por Galería Gabriela Mistral en colaboración con la Embajada de Italia. – En la inauguración estará presente, además del curador, el artista italiano Paolo Angelosanto, quien efectuará la performance “Venezia Souvenir”, relacionada con una larga permanencia en la ciudad de los canales. El computador, el mouse, la tecnopintura, la informática, los sitios web, la fotografía, el scanner, el “plotter-painting” son los elementos que utilizan doce jóvenes creadores italianos en la muestra “MADE IN ROMA”: Artistas emergentes en la Roma del 2000” que se inaugura el jueves 18 de enero en la Galería Gabriela Mistral. Esta es la primera muestra que trae a Chile a doce jóvenes artistas nacidos en Roma a partir de los años 70, reclutados bajo el ojo clínico del curador chileno Antonio Arévalo. Todos, en diferentes estilos y lenguajes, dan cuenta de una tendencia coherente con la nueva realidad que la revolución informática está entregando, sin dejar de lado la tradición y la herencia del pasado. La exposición es organizada por Galería Gabriela Mistral en colaboración con la Embajada de Italia. EL COMPUTADOR, ARMA MORTAL El computador, la imagen robada a la publicidad y a la web son el pan con el cual se alimentan desde los “graffitistas”, pasando por los performers hasta los simples observadores, elementos usados casi como si fuesen un fenómenos de moda, realizando las muestras en los lugares más variados. “El aire New Pop se respira sobre todo en los recientes conocimientos juveniles: está el hiperrealismo de alta definición electrónica en los cuadros, pero la cosa que más aparece es la demolición de la centralidad del medio, el exhibicionismo hedonista; la autotransfiguración; el grito de las periferias pasolinianas; la interrupción con las generaciones sucesivas; el fracaso de las grandes ideologías; el ensanchamiento de los límites”, explica Arévalo. Para el curador, el artista habla de sí mismo, verifica las interacciones con el mundo, con la tarea de ampliar el gusto público, en la formación de nuevas costumbres sociales, en el desarrollo de un nuevo lenguaje visual que articulará para un público más grande los cambios a los cuales estamos asistiendo. “Ellos escogen lugares y medios de expresión cada vez menos autorreferenciales, dado que el arte ya no tiene nada más que demostrar, que las imágenes del mundo sobrepasan en impacto y fuerza a cualquier imagen producida por el arte; que la originalidad y la autenticidad no constituyen ya el carácter indispensable de una obra, que todo está a los ojos de todos y nada pertenece a nadie, que el sujeto es ausente de la obra.”
