El sitio eriazo, la histeria, el monumento, el dentro y fuera del cuadro, la casa, la bandera y el beso son ‘imágenes’ que han marcado la producción artística de la destacada pintora nacional Voluspa Jarpa. Diez años de labor que se resumen en la exposición Histeria Privada / Historia Pública, que se presenta desde el 20 de junio en la Galería Gabriela Mistral. A juicio de la artista, el objetivo de esta muestra, así como del texto del catálogo, es el deseo de hacer evidente el desarrollo orgánico y los quiebres de su trabajo, los azares y las intenciones, los intereses, lo fallido y lo acertado, hasta desembocar en esta serie presentada en Galería Gabriela Mistral. Significativo en la gestación de esta muestra ha sido para la artista un texto que Marcel Duchamp leyó en 1957, en el que define el coeficiente de arte como “la diferencia entre la intención y su realización, una diferencia de la que el artista no es consciente …una relación aritmética entre lo no expresado pero pretendido y lo expresado sin querer.” “Creo que esta noción – afirma Jarpa- se refiere a la producción de las obras como una síntesis más compleja y sincrética que meros resultados racionales, emocionales, sensuales o ideales de un sujeto. La distancia entre lo que un artista ha realizado y lo que ha planificado, revela el coeficiente de arte de una obra. A mayor distancia entre ambos momentos, mayor coeficiente de arte”. Objetos en escena De esta forma, en la sala principal de la galería y siguiendo un plan de trabajo que desde 1997 plantea la incorporación de objetos tridimensionales a las maquetas utilizadas previamente (La casa y sus adjetivos, First Person Plural) se suman frazadas, banderines plegados, textos, imágenes digitalizadas. Todos elementos directamente relacionados con la imaginaría que la artista trabaja en sus pinturas y que, a su vez, sirven como referente directo a aquellas que iban situadas en la sala contigua. La disposición de esta sala es calificada por la artista como “un discurso de comentarios fragmentados, de materiales que se contaminan unos a otros, de una composición incierta, ‘desordenada’ y en cierto sentido oblicua”. En el segundo espacio se desplegaron cinco banderas de gran formato que ocupaban la casi totalidad de sus muros, trabajadas, intervenidas o manipuladas material y visualmente. Aquí, las ‘banderas’ son tomadas como objeto, tanto en la forma de su utilización como en su disposición, ya que éstas iban clavadas directamente al muro. En dos de ellas, Voluspa Jarpa pintó las imágenes de una mediagua y de una pareja besándose; una tercera correspondía a la bandera chilena seccionada sobre la que pintó otra bandera; la cuarta servía de soporte a un texto que se prolongaba por el muro, y la última fue alterada en su material de confección al ser éste reemplazado por la frazada gris. Al confrontar el ‘orden’ de estas obras, cuyo montaje estuvo regido por las horizontales y verticales marcadas por el propio diseño de la bandera y el ‘desorden’ del montaje de la primera sala, el espectador se enfrentó a “una sala Histórica y otra sala Histérica”, como señala la propia artista. Podemos encontrar los antecedentes de este proyecto expositivo en la muestra individual First Person Plural (Galería Canvas, Amsterdam), y, más directamente, en la obra enviada por Voluspa Jarpa a la III Bienal del Mercosur el año 2001, denominada Emblemas Histéricos. En ella, la bandera es utilizada como soporte para el desarrollo de una propuesta plástica, que sería reformulada en la exposición Informe / Balmes+Jarpa en la Posada del Corregidor (2001). En el marco de la muestra Histeria Privada / Historia Pública, el jueves 11 de julio a las 19 hrs. tuvo lugar una mesa redonda con participación de la propia artista, la crítica Raquel Olea y el artista visual Pablo Langlois en Galería Gabriela Mistral.