La obra de Rodrigo Vergara se basa principalmente en dos conceptos, transferencia y analogía. A través de diversas disciplinas, su trabajo inventa, interviene e interpreta lo que el llama “vías de comunicación”. Ya sea, crear junto a otro artista un espacio como medio de interacción alternativa, dentro del sistema oficial del arte (Hoffmann’s house); construir dentro de una bienal un centro de votación, para que el público votase por la mejor y peor obra de dicho evento, pieza que inevitablemente derivo de parte del público, a escribir sobre sus vínculos sociales, expectativas o deseos reprimidos (Marca con una Cruz); o instalaciones que escenifican disfuncionalmente efectos o ambientaciones del cine norteamericano, como “Death Metal”, obra que tiñe de color verde, la sala de exposición, imitando las escenas necrofílicas de la película Vértigo de Alfred Hitchcock. Hoy, su trabajo se ha volcado a elaborar monumentales tapices artesanales, realizados con ropa (gorras) norteamericana desechada, que luego es enviada a mercados latinos. Esta colocación del desecho, como posibilidad de uso, equivale muchas veces al intercambio histórico, tecnológico e informativo entre las potencias y sus bordes. La caída, escultura donada para la colección, incorpora la red eléctrica, emulando caminos de transmisión, entre “fuentes de poder” y sus “usuarios.
El Mirador
Rodrigo Vergara
Mayo 2008