La obra fue cedida en comodato por la artista en el contexto de la exposición colectiva Dicen que Somos el Atraso (con Gianfranco Foschino y Galería Daniel Morón), realizada en Galería Gabriela Mistral desde el 21 de octubre al 20 de noviembre del 2012. Ingreso al Estado en agosto del 2013.
María Karantzi cuestiona la racionalidad y funcionalidad de las cosas, enfrentándolas a la lógica y exponiendo su sin sentido. De una manera casi performativa, se apoya en todas las falsas ilusiones de nuestra compleja realidad, reconociendo en ella la imposibilidad de todo sentido común. Su atención está centrada en aspectos técnicos de menor importancia, mientras considera el esfuerzo y la voluntad suficientes para llegar a donde se desee. En caso que estos sean insuficientes para triunfar, se propone disfrutar de los aspectos prácticos y posponer toda intención solemne. Las obras de Karantzi a menudo interactúan con su entorno, transformándolo en un sitio consciente y sensible en vez de un sitio específico. Su trabajo se refiere a sí mismo y trabaja para evitar hacer comentarios o referencias externas. Cada obra es un mecanismo cerrado eficiente y una visualización abstracta de cómo funcionan los sistemas de lógica. Debido a su carácter subjetivo y egocéntrico, estos mecanismos no deben ser cuestionados, ya que lo más probable es que colapsen inevitablemente. Esta obsesión abraza su propia insuficiencia y ceguera, se ríe tanto de la esperanza como de la razón y es tan inútil como todo lo demás a su alrededor.
GALERÍA GABRIELA MISTRAL