Visiónica

Néstor Olagaray
Junio 2003

Visiónica 2 es el nombre del proyecto que Néstor Olhagaray desarrolló en Galería Gabriela Mistral desde jueves 5 de junio al 12 de julio de 2003. El nombre proviene de un concepto acuñado por el teórico Paul Virilio, quien define visiónica como “una visión sin mirada”. Olhagaray, por su parte, adopta el término para referirse a “un espacio de reflexión y prácticas, que me he propuesto con el fin de promover la resistencia a delegar la mirada a las máquinas de visión”. Siguiendo conceptos e ideas provenientes de destacados representantes del pensamiento moderno y contemporáneo –entre ellos el propio Virilio, Jean Baudrillard, Guy Débord, Hal Foster, o Walter Benjamin- Néstor Olhagaray reflexiona con su trabajo respecto al rol que cumplen los medios, las imágenes generadas por estos medios, su incidencia en la construcción de la memoria, y cómo nosotros, espectadores, interactuamos con ellos, llegando a preguntarse “hasta qué punto lo real ha sucumbido a su archirepresentación”. De esta manera, Visiónica 2 pone en escena elementos como la propia imagen, la propia memoria y la memoria colectiva, la interacción, la “pulcritud” de la imagen televisiva o la “suciedad” de la imagen intervenida, todo esto en un contexto histórico y social que apela a lo local. En Galería Gabriela Mistral, la primera sala estuvo ocupada por un monitor con una proyección en loop del vídeo F-16. Este trabajaba a partir de la mutua interferencia de imágenes caseras que pertenecen al archivo familiar, e imágenes tomadas de un juego de video cuyo contenido aludía a una guerra virtual en el desierto de Asia central. La segunda sala, por su parte, contaba un telón de proyección y un sistema de sensores que permitían al espectador interactuar con la pieza, al accionar a través de sus pisadas distintos sonidos procesados por un programa computacional. El espectador veía proyectada su propia imagen recogida por una cámara en la entrada de la galería, la que se proyectaba retardadamente, junto con el despliegue sonoro de grabaciones que dan cuenta de aspectos importantes de nuestra historia (entre ellos, trozos del último discurso de Allende, canciones de Violeta Parra, transmisiones del ejército para el 11 de septiembre con la voz de Pinochet, música mapuche o diálogos de indígenas australes ya extintos). Aunque estas dos piezas son autónomas en su producción, ambas daban cuenta de los conceptos trabajados por el artista al interior del proyecto Visiónica 2: el enfrentamiento de la memoria con las teleimágenes, la superficialidad de la imagen mas mediática frente a la estratificación que supone la construcción de la memoria personal y colectiva, la espectacularización de la imagen. Olhagaray plantea así tres problematizaciones mediáticas: “el interfaz-pantalla, que sustituye a la realidad misma, haciendo del dato real una mera relación comunicación-pantalla, un circuito cerrado autónomo, sin referente al límite entre ambos; la seducción-obstaculización del acceso al espectáculo-pantalla; la recreación de la imagen por intervención interactiva, como intento de reapropiación de la imagen por parte del lector (espectador)”.